domingo, 6 de noviembre de 2011

Reflexión de Otoño.

¿Qué es lo que quieres? Hasta que punto estás seguro que todos tus deseos y anhelos son, ciertamente algo más que viejos edificios en ruinas. Construyes y diseñas todo tipo de caducos sueños que no son más que papel mojado.
¿Qué cuenta entonces? Donde asirse un nihilista en su desespero. Como asumir que andamos solos en un pantano a lleno rebosar de mosquitos.  Transeúntes en un mundo que no nos pertenece, donde ni siquiera el verbo es nuestro.
La interpretación que hacemos de nuestros sentidos, utiliza un código erróneo que nos engaña hacía un final que no deja de ser un principio.
¡Ja, ja, ja! Rio y vuelvo a reír. Y me doy cuenta que mi presente nunca ha estado ni será.
Me gustaría sentirme libre poder ver que solo fluyo en la inmensidad del caos. Soy un estúpido que se rodea de una pequeña capa de diminutas mentiras. Así soy de ignorante a cambio de seguridad.
Saltar desde lo más alto de la consciencia y caer en un abismo sin fin, llegar a la eternidad sin más. Compadezco al Ángel Caído al darse cuenta de su condición.
Como una hoja de otoño me balanceo con la música del viento, me espera la fría y húmeda tierra.