miércoles, 9 de mayo de 2012

El Tiempo.


Cómo dejar de lado el tiempo cuando los días se estremecen y se pliegan en sucesos paralelos.  Abandonar el tiempo sólo es posible si te abstienes del pensar del todo. ¡Todo! No tiene límite, el todo abarca todo.
El espacio no es más que una ilusión para crear movimiento y con ello la sensación de vida.
Sólo escribir me permite confundirme en mis pensamientos. Y sin embargo sigue amenazando tormenta en mi razón.
Creo parábolas con diferenciales abstractas para alcanzar un absurdo que complemente mi existencia.
¡DEMASIADO CALOR Y DEMASIADO FRÍO!
Me siento como un bogavante en su arroz... ¡Demasiado grano!
He visto nacer la duda desde dentro de una nuez y romper la cascara al ritmo de tambor de un corazón.
Entiendo la ilusión  que no me ilusiona... ya no deseo entender, ¿Deseo? Sólo la línea recta es curva si lo desea.
... Mercadillos de vacios que llenan...
A veces uno avatares por si encuentro un pequeño guiño de confianza que me permita ser ciego al paso del tiempo.
Busco palabras y las mastico con paciencia. No quiero perderme su sabor amargo y sin embargo tengo nauseas.
Lúgubre es el diccionario cuando depende del orden. Ansío la anarquía de frenopático y las uniones de colisión.
Mi dedo da una dirección pero no el sentido.