domingo, 5 de junio de 2016

La paradoja de la fe.

El Santo Oficio quiso modernizar sus métodos. Fue así que San Schrödinger propuso un nuevo método para examinar minuciosamente la fe de una persona. La nueva técnica consistía en meter al sujeto de la investigación en un cubículo totalmente opaco. En el interior sólo habría un yunque colgado por un pequeño hilo que apenas soportaría el peso del mismo. Justo debajo el reo, de manera que si el hilo se rompiera éste caería en su cabeza provocando su muerte. Sólo la fe podría salvarlo. Pero la fe es omnipresente, su presencia y ausencia se superponen, su dualidad es inmensurable. Lo que crea una paradoja, el investigado podría estar vivo y muerto a la vez. Sólo Dios lo sabe.


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